medjugorje, 16 de julio de 2022

1. El 25 de junio de 2022, la vidente Marija recibió el siguiente mensaje:

“Queridos hijos: Me regocijo con ustedes y les agradezco por cada sacrificio y oración que han ofrecido por mis intenciones. Hijitos, no olviden que son importantes en mi plan de salvación de la humanidad. Regresen a Dios y a la oración para que el Espíritu Santo obre en ustedes y a través de ustedes. Hijitos, yo estoy con ustedes en estos días en que Satanás lucha por fomentar la guerra y el odio. La división es fuerte y el mal actúa en el hombre como nunca antes. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado! «

2. ¡Siempre es Belén en Medjugorje! Sí. Medjugorje es verdaderamente el Belén del 3er Milenio. La Sagrada Familia nos lo acaba de probar una vez más.

¿Una herida incurable? Como de costumbre, di una pequeña catequesis a unos peregrinos los invité a que hicieran un minuto de silencio para ofrecerle a Jesús un sufrimiento, una herida todavía dolorosa que tuvieran en su corazón (PS 1). Una señora del grupo se sintió fuertemente interpelada por esta invitación. El dolor que llevaba en su corazón se reavivó intensamente: a lo largo de muchos años de matrimonio no había podido ser madre; además, su marido la había abandonado. Esta herida le parecía incurable y el dolor nunca la dejaba. Clamó en su interior a Dios en aquel momento de silencio, ofreciéndole su herida y suplicándole que viniera en su ayuda. Un tiempo después el grupo visitó el “Pequeño Belén” que tenemos en nuestro jardín donde la Sagrada Familia está en tamaño natural. Observé que ni bien entró en el establo, aquella señora cayó de rodillas ante el pesebre donde descansa el Niño Jesús. Parecía que le presentaba a Dios todo su dolor en el silencio de su oración. Esto duró muy poco tiempo; de repente giró hacia mí y exclamó, radiante de alegría: “’¡El Niño Jesús acaba de hablar a mi corazón! Comprendí en el alma que me decía: “¡Tu Hijo soy Yo!”

Conmovida ante semejante gracia, tomó de inmediato al Niño en sus brazos y lo cubrió de besos, llorando de alegría: ¡el Niño Dios había venido en persona para sanarla en respuesta a la ofrenda de su herida! Él quiso colmar ese vacío materno tan doloroso. En los días subsiguientes, la señora hablaba del Niño a cuantos se le acercaban.

3. Los ángeles custodios. El verano es frecuentemente tiempo de descubrimentos y de nuevos encuentros. Cambiar de horizonte nos ayuda a reflexionar sobre el sentido profundo de nuestra vida. Nos posibilita entablar nuevas amistades y sin embargo experimentar cierta soledad. ¿Soledad? ¡Nunca estamos solos! Este alto en el camino puede hacernos descubrir a nuestros amigos celestiales, ¡invisibles sí, pero tan cariñosos como poderosos! Frecuentemente el Padre Pío solía ver el ángel custodio de quienes se confesaban con él. Cierto día, un joven francés, seminarista en Roma, fue a confesarse con él. Después de haberle dado la absolución, el Padre le preguntó: “¿Le reza usted a su ángel custodio?” Pero el joven, sonriéndose, le dijo que las historias de los ángeles eran puro cuento. Al instante recibió un cachetazo del Padre Pio quien exclamó: “¡Estúpido! estoy viéndolo a su lado” (Los cachetazos del Padre Pío fueron siempre causa de grandes conversiones). Este joven se convirtió en un ferviente sacerdote, el padre Derobert, que siempre quedó en contacto con el Padre Pío.

¡Nuestros ángeles nunca nos abandonan! Deberíamos recordar su fiel presencia y rezarles, pues nos ayudan a caminar por la vía que el Creador ha preparado para nuestra vida terrenal. En Medjugorje, la Virgen pidió que cada miembro del grupo de oración trabara amistad con su ángel custodio y le escribiera una carta. ¡Este nuevo amigo les cambió la vida! Nuestro ángel conoce nuestra vocación, única, y nos ayuda a realizarla. Él estará con nosotros en el Cielo y también en el Purgatorio si tenemos que pasar por allí por un cierto tiempo.

4. Un nuevo párroco para Medjugorje. Se llama Fra Zvonimir Pericic. Es joven y ya hemos apreciado grandemente sus meditaciones durante las adoraciones nocturnas. Es también un excelente músico. Oremos por él porque ser párroco en Medjugorje no es siempre fácil; los fieles son muy numerosos y provienen de horizontes muy diversos. Hace 2 meses dio un hermoso testimonio sobre su vocación. “En cuanto me decidí, toda duda y todo temor desaparecieron. Soy un hijo de Medjugorje”. Ver el sitio de la parroquia. www.medjugorje.hr

5. Perlas espirituales. Muchas personas han quedado impactadas por el testimonio de María de Himalaya relatado en el Boletin de junio pasado (PS 2). Recientemente tuve la gracia de conocerla cuando vino para hacer un retiro en Medjugorje. Pudimos preguntarle sobre lo que Jesús y María le habían enseñado durante estos últimos años después del episodio de Katmandú y su conversión radical en 2017. Ella se alimenta diariamente a través de la oración para la misión especial que Dios le ha confiado. He aquí algunas perlas espirituales que compartió con nosotros.

La oración que agrada a Dios. “¿Por qué tenemos que orar? ¿Por qué el empeño de Satanás a perturbarnos siempre en la oración para sacarnos de ella o impedir que nos pongamos en oración? ¿Por qué nos salimos constantemente de la oración? Porque no hemos hecho lo que la Virgen pidió en Medjugorje: sean oración. No dice que le dediquemos un tiempo. Dice que lleguemos a ser oración. Es decir, donde estemos; seamos oración. Que lo que hablemos salga de un corazón orante. Que nuestros gestos, nuestras miradas, nuestras palabras sean oración”.

“Para Santa Teresa de Avila la oración era el encuentro personal con Cristo. Ahora muchas personas sólo se interesan por los éxtasis, pero eso no santifica. Eso no nos lleva al Cielo, no nos asegura nada. La relación íntima con Cristo vivo en el Sagrario, en la Eucaristía, en la Adoración es lo que de verdad nos permite entrar en su Corazón y descubrir las delicias que guarda en él. Son las gracias que se desprenden para quienes están allí abajo, esperando aquella lluvia. Y para eso hay que estar ‘stabat’; para eso hay que morir deseando estar ‘stabat’. Que Jesús mire a su alrededor y a mí me dé igual a quien esté mirando, pero que me encuentre a mí ‘stábat’. Eso es orar”.

María de Himalaya nos ha edificado por la luz que irradiaba en toda circunstancia. Su permanencia entre nosotros nos ha dejado como un halo de luz. Sus palabras sobre la oración nos han hecho comprender el origen de su permanencia en la alegría a pesar del cansancio de su misión y de las numerosas pruebas.

“Él nos va transformando, nos va traspasando, nos va enamorando y nosotros mientras cocinamos, sonreímos; mientras trabajamos, sonreímos; mientras hablamos o tomamos un café, un vinito, una cerveza, sonreímos. Porque le sonreímos a Cristo, aunque estemos aquí, con las amigas, con los compañeros de trabajo, con el esposo, con los hijos, con los hermanos, poco importa; le sonreímos a Aquel que está siempre. Porque cada vez que yo le sonrío, Él me vuelve a sonreír. Y yo le vuelvo a sonreír y empezamos a competir para ver quién sonríe más a quien. Eso es orar”.

“Y además cada vez que le digo: te amo, Él me devuelve su te amo. Pero su te amo hace retumbar la Tierra, la creación entera, todo el Cielo se postra. En ese momento ese te amo rompe corazones de piedra, en cualquier lugar del mundo. Y yo le puedo contestar te amo, para que Él no tenga más remedio que volver a decirme te amo. Eso es orar”.

“¿Creéis que se necesita un lugar físico para eso? No, esto es espiritual. ¿Creéis de verdad que el demonio puede entrar en esa complejidad de amantes? No, es imposible. ¿Creéis que algún misil físico, como los de Putin, o espiritual, como los del mundo, puede venir a robarnos esa paz? No, es imposible. Ahora que santa Teresa nos ha dicho qué significa orar, por favor, no volváis a deciros, ni para vuestros adentros: ‘es que no tengo tiempo de rezar’. Esto ofende gravemente al que os ama. Él es tan mendigo de nuestro amor que con tan sólo un segundo en 24 horas se conformaría. Yo creo que tenemos algo más que un segundo para darle.”

“Cierto día Santa Teresa fue a la capilla a rezar y estaba, como dice ella, insoportable. Santa Teresa era castellana. La mitad de mi sangre es castellana así que vamos a utilizar la misma jerga. Estaba insoportable, y le decía a Jesús lo siguiente: ‘no quiero estar aquí’, y seguía resollando. ‘No quiero rezar, no te voy a decir nada, es más, me voy a quedar en silencio’. Enfuruñada. Y allí se quedó. Un día, Jesús hablaba con ella y Santa Teresa le dijo: ‘Dime, ¿cuál es la oración que te he entregado que más loco te haya puesto?’ Entonces Jesús le dijo: ‘¿te acuerdas de aquel día en la capilla en que contaste baldosas?’ ‘Sí’. ‘Esa fue la oración que me enamoró porque pudiendo haberte ido, te quedaste. Me escogiste a mí, aunque constando baldosas”.

“Dilata el corazón, dice Madre Teresa. La oración dilata el corazón y lo agranda, así cabemos más personas, así le podemos llevar cada vez más almas, así nos podemos morir por cada alma que presentamos al Señor. Dilata el corazón hasta el punto de hacerlo capaz de contener el don que Dios nos hace de sí mismo”.

La oración nos concede además un amor limpio y tierno hacia el prójimo. “El mundo tiene carencia de ternura. ¿Cómo vamos a devolverle al mundo la ternura si nosotros no la tenemos? El mundo no necesita más dureza de corazones. Ni siquiera bajo títulos de cristianos. El mundo necesita ternura. El mundo no necesita juicios. Nuestros hermanos no necesitan juicios, necesitan misericordia, abrazos. Cuando pasas tiempo de calidad con Dios en oración, Él te sostiene con su Poder. Como dice San Agustín, ‘la oración es como la respiración del alma, y la Eucaristía su alimento’”.

“La Cima de la belleza en este mundo es el Corazón de María. Pidámosle a Ella que nos eleve hasta la cumbre de su Corazón y nos deje hollar (término alpinista) allí un beso; que, de ahí al Cielo, es decir al Corazón de Jesús, hay poca distancia. ¡Ése es nuestro Cielo!”

Querida Gospa, ¿cómo no bendecirte y darte gracias? ¿cómo no maravillarnos ante todo lo que haces por nosotros? ¡Para defendernos del Mal nos cubres con tu Manto maternal como nunca antes! Te lo suplicamos, nunca dejes de testimoniarnos tu amor.

Sor Emmanuel +

(Comunidad de las Bienaventuranzas)

traducido del francés