Medjugorje, 10 de julio de 2018

1. El 2 de julio de 2018 Mirjana recibió la aparición mensual de la Virgen en la Cruz azul rodeada por una gran cantidad de peregrinos. Después de la misma, transmitió este mensaje que nuestra Madre nos dirige a todos:

«Queridos hijos, soy Madre de todos ustedes; no tengan miedo porque yo escucho sus oraciones. Sé que me buscan y por eso ruego a mi Hijo por ustedes; mi Hijo que está unido con el Padre celestial y con el Espíritu consolador, mi Hijo que guía a las almas hacia el Reino de donde ha venido, el Reino de la paz y de la luz. Hijos míos, les ha sido dada la libertad de elegir. Yo como Madre les ruego que utilicen la libertad para el bien. Ustedes, con el alma pura y sencilla, comprenden pero incluso si algunas veces no entienden las palabras, dentro de ustedes sienten cuál es la verdad. Hijos míos, no pierdan la verdad y la vida verdadera para seguir la falsa. Con la vida sincera, el Reino celestial entra en su corazón: es el Reino del amor, de la paz y de la concordia. Entonces, hijos míos, no existirá el egoísmo que los aleje de mi Hijo. Allí existirá el amor, la comprensión por su prójimo. Por eso, recuerden, nuevamente les repito: orar significa amar a los demás, amar al prójimo, darse por él. Amen, dense a mi Hijo y Él obrará en ustedes y por ustedes. Hijos míos, piensen constantemente en mi Hijo, ámenlo inmensamente y tendrán la vida verdadera, y esto será por la eternidad. Les doy las gracias, apóstoles de mi amor”.

La Virgen ha bendecido a todos los presentes y todos los objetos religiosos. Después, como la Reina de la Paz lo desea, los sacerdotes han bendecido a todos los presentes y todos los objetos religiosos.

Pueden ver el video de la aparición en: https://www.youtube.com/watch?v=PH7KhM0JWpg

2. La unción de los enfermos. En ocasión de una misión en Asia en 2011, participé en una misa con un número reducido de personas y el sacerdote nos propuso que recibiéramos el sacramento de la unción de los enfermos. Como sufría de las vértebras cervicales, me puse en la fila. Aquellos dolores nunca retornaron: el sacramento me había curado.

En Medjugorje, al igual que en Lourdes, son numerosos los peregrinos que vienen para pedir al Cielo que les conceda la curación. Son muchos los que oran por esta intención. Frecuentemente, para ser escuchados, están dispuestos a recorrer miles de kilómetros para ir a ver a un sacerdote con un carisma especial, o hasta a un “curandero”.

Olvidan que el mismo Jesucristo nos ha dejado un sacramento de sanación en el cual se despliega todo su poder, como en tiempos de su predicación: la unción de los enfermos. Algunos son sanados después de haber recibido este sacramento, otros reciben la fuerza de abrazar su sufrimiento asociándose a Cristo.

Este sacramento, que solía llamarse antiguamente la extrema unción, ¡no está reservado para los moribundos! Vuelto a colocar en su justo lugar luego del Concilio Vaticano II, es propuesto a cuantos padecen una enfermedad física o psíquica. Este sacramento debe ser vivido en conexión con el sacramento de la reconciliación –es decir una buena confesión donde se renuncie al pecado– y con la Eucaristía, dos sacramentos que también pueden ser sanadores.

Para administrar la unción de los enfermos, los sacerdotes utilizan el óleo de los enfermos. Todas las parroquias tienen ese óleo y es deseable que este sacramento sea más conocido por los fieles y vivido con mayor frecuencia. ¡No esperemos a que el enfermo esté en agonía para proponérselo! Por cierto, la Virgen ora de buen grado a su Hijo para que nos sane; pero ¿por qué no aprovechar la gracia de este sacramento que Jesús mismo nos ofrece a través de su Iglesia? (Ver PS1)

3. Un encuentro frontal entre un budista y el Dios vivo. 

¿Quién es Mike Lim? De origen chino, este hombre vivía en Singapur. Su fe era la de un budista convencido y se mostraba radicalmente anticatólico. Sin embargo, tenía buen corazón y amaba mucho a su familia.

Su hermana mayor, Violet, se encontraba gravemente enferma desde su adolescencia y padecía de un mal incurable. Había sido sometida a un gran número de operaciones. ¡Todo había sido en vano! Su enfermedad y los dolores seguían incrementándose. Una verdadera pesadilla familiar. Mike no toleraba más verla sufrir de esa forma, clavada a su silla de ruedas, sin poder ayudarla. Desesperado, lo había intentado todo.

En junio de 1995, conmovida por tanto sufrimiento, una amiga católica, Rosa, se atrevió a sugerirle que condujera a su hermana a una misa seguida de una oración carismática de sanación. A pesar de haberlo rechazado categóricamente al principio, no teniendo nada que perder, se dejó convencer. Una vez dentro de la iglesia, se sintió a disgusto: aquella liturgia le parecía ridícula y aberrante. Pero durante la oración que siguió a la misa, Rosa, movida por el Espíritu, le susurró al oído “¡Vamos, Mike! ¡Pídele a Dios que sane a tu hermana!”

Tomado por sorpresa, Mike se “tiró a la piscina” y, por primera vez en su vida, se dirigió a ese Dios desconocido: “¡Jesús haz que camine y creeré en ti!”

Entonces vio que el sacerdote se dirigía derechito hacia Violet y oraba detenidamente por ella imponiéndole las manos. Luego le dijo con autoridad: “Ahora, ¡ponte de pie!” Y allí lo imposible se hizo realidad… Mike abrió muy grande los ojos, estupefacto: ¡vio que Violet se levantaba lentamente, y luego caminaba, para después correr y finalmente bailar en la iglesia! Mike estaba conmocionado hasta lo más íntimo de su ser y exclamó: “My goodness! He is alive! He is real! (“Dios mío. ¡Está vivo! ¡Es verdadero!” Y lloraba, lloraba al tiempo que seguía repitiendo: “¡Está vivo! ¡Es un Dios verdadero!”

A partir de aquel momento su vida dio un vuelco total. El anticatólico ahora estaba ávido de conocer a Cristo y a la fe cristiana. Descubrió la Biblia y la devoró del principio hasta el final en dos meses. La leía durante horas todos los días, como un sediento que finalmente ha encontrado el agua viva que aplaca la sed. ¡Su alma ansiaba tanto al Dios viviente! Se hizo bautizar junto con toda su familia. Con 38 años ingresó al seminario. Ahora es sacerdote de Cristo y misionero en Australia. Siempre les dice a sus fieles: “¡Tardé 35 años en encontrar al Dios Vivo, pero ustedes, lo han recibido desde su infancia! ¿Y quieren deshacerse de Él? Escúchenme: ¡no lo dejen jamás!”

Este mismo padre Mike Lim, ahora el padre Michael, nos dio la unción de los enfermos en Singapur en 2011; ese sacramento que me ha permitido recibir una sanación importante de la cual les he comentado más arriba.

Sí, ¡Jesús está vivo! Nuestro Dios no es una estatua fabricada por manos humanas que no puede salvar. ¡Es real y está bien vivo, y su nombre es Amor! ¡Su nombre es “Dios salva” Ieshua!

4. Un gran discípulo de Cristo, el padre Kevin Scallon, partió hacia el Padre el 25 de junio pasado, día del 37º aniversario de las apariciones de la Reina de la Paz. Durante toda su vida de sacerdote, incansablemente, recorrió el mundo entero para atraer las almas a Dios, sobre todo a su presencia eucarística. Dotado de una palabra inspirada, y frecuentemente del don de la sanación, solía acompañar a Sor Briege McKenna en sus misiones, salvando de esta manera el sacerdocio de un gran número de presbíteros, liberándolos de las desgracias que el Enemigo quiere infligir a los “Elegidos de Dios”

El padre Kevin acostumbraba alojarse cada año en nuestra casa en Medjugorje junto con Sor Briege y lo queríamos mucho. Era para nosotros un verdadero padre, el rostro del Padre celestial. Una de nuestras hermanas decía: “¡Si tuviera que imaginarme el amor del Padre celestial, lo compararía con el corazón del padre Kevin!”
He aquí una de las historias más bonitas de su vida, que describe bien su proximidad muy especial con Dios:

Una Nochebuena, mientras el p. Kevin se dirigía a casa de su sobrino para celebrar el nacimiento del Señor, su auto se descompuso a las 9 de la noche. Imposible hacerlo volver a arrancar, y todavía le restaba una hora de camino. Siendo Nochebuena, desde que había salido de Dublin, no se había cruzado con un sólo auto, con ninguna alma viviente. Vio una casita justo frente al lugar donde había estacionado. Una luz brillaba en la ventana. Se decidió a pedir a esa gente que lo dejaran llamar por teléfono a su sobrino. Abrió la tranquera de madera blanca, se encaminó por el sendero y golpeó la puerta porque no había timbre. Un hombre bastante joven abrió la puerta y lo acogió cálidamente. Mirando en el interior de la casa, el sacerdote vio a una joven mujer con un bebé en los brazos. Ella sostenía al bebé contra su mejilla. Le sonrió al padre Kevin que le preguntaba a su marido si podía utilizar el teléfono. Él le respondió: “No tenemos teléfono, pero si usted vuelve a pie al pueblo, encontrará un vendedor de bicicletas a la derecha del supermercado; él le permitirá usar el teléfono”. “¿Puedo dejar el automóvil frente a su casa?”, preguntó el sacerdote. “Por supuesto, lo cuidaré, respondió el hombre. El sacerdote agradeció a la joven pareja y les deseó una feliz Navidad.

Y así en aquella hermosa noche, a la luz de la luna, el sacerdote se dirigió a pie hacia el pueblo, en búsqueda de la tienda de bicicletas. Durante el camino no dejaba de pensar en el encuentro con aquella pareja y su bebé, sobre todo en el extraño aroma de la casa. No era un olor de Irlanda. ¿Por qué le hacía pensar en su reciente viaje a Tierra Santa? ¿Y por qué la casa estaba tan sólo iluminada por velas?

El vendedor de bicicletas le permitió llamar a su sobrino quien vino a buscarlo. La mañana siguiente, hicieron reparar el automóvil por un mecánico del lugar. Una vez el trabajo terminado, el sacerdote quiso saludar a la joven familia de la víspera y se dirigió hacia la pequeña tranquera de madera blanca; pero no pudo encontrarla… Había tan sólo una valla, y más allá, un campo abierto sin ninguna casa a la vista. Durante el viaje de regreso, el sobrino no paró de hablar. El padre Kevin, por su parte, permanecía silencioso. Era la Fiesta de la Sagrada Familia… ¿Acaso no la había visto con sus propios ojos?

5. Mons. Hoser llegó a Sarajevo el 5 de julio. Pudo encontrarse con algunas personalidades de la Iglesia local, entre ellas el Cardenal Pulic. Llegó a Medjugorje al día siguiente. Nos alegramos mucho de esta presencia bendita en medio de nosotros. Oremos por él y por la importante tarea que el papa Francisco le ha encomendado. ¡Que la Gospa y el Espíritu Santo lo guíen!

6. ¡La jornada de oración del 16 de junio en Pontmain (Francia) ha sido muy ungida! Pueden seguir las charlas (en francés) en varios videos:

• Lo que dice María sobre el sufrimiento: https://www.youtube.com/watch?v=uaQEx1P85kQ
• El rosario meditado sobre los 5 misterios del Shabbat https://www.youtube.com/watch?v=FPn2I8wQ1Z4
• La inmaculada concepción: https://www.youtube.com/watch?v=4shYokiHSHM 

O sobre nuestro sitio Internet: http://www.enfantsdemedjugorje.fr/replay-soeur-emmanuel-a-pontmain-conferences-et-prieres/

7. ¿Qué dice la Biblia acerca de los tatuajes?

Recordemos la palabra dada por Dios a su pueblo “No se harán incisiones en la carne…, ni tampoco se harán tatuajes”. (Lev 19,28) ¿Por qué? Porque el cuerpo humano es el templo de Dios. Si nunca te has hecho tatuar, ¡no lo hagas! Si lo has hecho por ignorancia, quédate en paz, pero por prudencia haz bendecir el tatuaje por un sacerdote la próxima vez que te confieses porque nunca se sabe la proveniencia del polvo o los materiales utilizados. ¡Sean cautelosos! Por otra parte, no compren ropa que tenga calaveras impresas. ¡Por cierto no nos beneficia llevar sobre nosotros el signo de nuestra cultura de la muerte!

Querida Gospa, el día de tu Triunfo se aproxima y nos regocijamos contigo desde ahora. Danos la fortaleza para vivir el tiempo que le queda al enemigo para destruir y ayúdanos a abreviar este tiempo difícil viviendo tus mensajes, sobre todo los de tus “mellizos” preferidos: ¡la oración y el ayuno!

Sor Emmanuel +

(traducido del francés)