Medjugorje, 14 de septiembre de 2017

1. El 2 de septiembre de 2017, Mirjana recibió la aparición mensual de la Virgen en la Cruz Azul en presencia de una gran cantidad de peregrinos. Después de la misma, transmitió el siguiente mensaje de nuestra Madre:

  “Queridos hijos, ¡quién mejor que yo puede hablarles del amor y del dolor de mi Hijo! He vivido con Él, he sufrido con Él. Durante la vida terrenal he experimentado el dolor, porque fui madre. Mi Hijo amaba los pensamientos y las obras del Padre Celestial, el verdadero Dios. Y, como Él me decía, había venido para redimirlos. Yo escondía mi dolor en el amor, y ustedes, hijos míos, tienen numerosas preguntas. No comprenden el dolor. No comprenden que, a través del amor de Dios, deben aceptar el dolor y soportarlo. Cada criatura de Dios lo experimentará en menor o mayor medida, pero, con la paz en el alma y en estado de gracia, la esperanza existe: es mi Hijo, Dios, nacido de Dios. Sus palabras son la semilla de la vida eterna que, sembradas en las almas buenas, producen numerosos frutos. Mi Hijo ha llevado sobre sí el dolor porque ha tomado sobre sí sus pecados. Por eso, hijos míos, apóstoles de mi amor, ustedes que sufren, sepan que sus dolores se convertirán en luz y en gloria. Hijos míos, mientras soportan el dolor, mientras sufren, el Cielo entra en ustedes. Y ustedes, den un poco de Cielo y mucha esperanza a quienes tienen alrededor. ¡Les agradezco!” 

Pueden ver el video de la aparición en: https://www.youtube.com/watch?v=fjcyyjJUOgg2. ¡Extrañas manifestaciones! Durante la aparición del 2 de septiembre fuimos nuevamente testigos de un fenómeno que se repite con bastante frecuencia, salvo que esta vez cobró dimensiones que, hasta ahora, al menos yo nunca había visto. Ni bien comenzó la aparición de la Virgen, numerosas personas comenzaron a proferir blasfemias a los gritos y a vociferar como si fueran animales. Esto continuó durante un cierto tiempo y luego se fue calmando poco a poco. Cuando personas atormentadas por los demonios se encuentran en presencia de la Santísima Virgen, ellos pueden llegar a manifestarse de esta forma.

Un sacerdote que estaba presenciando la aparición junto a nosotras me contó después que había percibido en su alma la venida de la Virgen y la nube luminosa sobre la cual se posa. Esa nube descendía poco a poco y empujaba a los demonios hacia el abismo, cosa que desencadenaba su rebelión e inclusive los hacía pelearse entre ellos. Este sacerdote integra un equipo que trabaja todas las semanas con un exorcista y posee el don de ver en espíritu lo que ocurre en lo invisible. Estas realidades no son nuevas, ya que el Evangelio nos entrega un cierto número de ellas. Pero hoy en día, con las prácticas nefastas que se multiplican y los pecados graves que se cometen, muchas personas, con la mayor inconsciencia, le han abierto sus puertas a Satanás y a sus ángeles. Oremos mucho a la Sma. Virgen, ya que Ella ha sido elegida para aplastar la cabeza de la serpiente. ¡Después de Jesús, Ella es la mejor exorcista! La oración del rosario es un arma muy poderosa contra las fuerzas del mal.

Un exorcista de la diócesis de Milán, Don Ambrosio Villa compartió las palabras pronunciadas por Satanás durante un reciente exorcismo. Conminado a responder a las preguntas del sacerdote, Satanás declaró: “¡Para nosotros (los demonios), Medjugorje es nuestro infierno en la Tierra!” (Ver PS 1). ¡Esto no es sorprendente! Teniendo en cuenta la intensidad de la oración que rodea las venidas cotidianas de la Santísima Virgen, las conversiones y las reconciliaciones, no es por cierto extraño que el enemigo del género humano no se sienta a gusto. ¡Pero cuidado! Hace lo imposible por oponerse al plan de la Virgen y destruirlo, por eso nuestra Madre del Cielo cuenta con nosotros más que nunca. Ella nos recordaba una vez más este último mes, en la Cruz azul durante una aparición al vidente Ivan, que oráramos por sus planes en Medjugorje y por sus proyectos. “Necesito sus oraciones para ayudar al mundo”, dijo al inicio de las apariciones. No aflojemos, porque mucho de lo que sucederá depende de nuestras oraciones y de nuestros ayunos, de nuestra buena voluntad en vivir sus mensajes.

3. ¿Con quién sufrimos?  ¡La Virgen María nos ha dado un extraordinario mensaje! Intentaré explicarlo. Una herida se abre en nuestro interior cuando sufrimos, y esta herida nos hace vulnerables y muy sensibles. Demasiado satisfecho por vernos así debilitados, Satanás aprovecha la ocasión e intenta infectar aquella herida abierta, inyectándole sus propios venenos, sus propios pensamientos. Sugerirá a nuestra conciencia argumentos sutiles y perversos, sirviéndose de nuestra naturaleza dañada por el pecado. Nos hará creer que aquellas sugerencias provienen de nosotros mismos.

Por ejemplo, la desesperación: “¡Con todo lo que ya has padecido, no podrás soportar otro nuevo golpe; es mejor que te liquides!

La duda sobre el amor de Dios: “¿Crees que Dios te ama? ¡De ninguna manera! ¡Mira lo que te ha mandado! ¡Abandona la misa y tus oraciones: son una pérdida de tiempo; a ese Dios tú no le importas!”

La rebelión: “¿Por qué me cayó esta prueba? ¿Por qué Dios me robó a mi marido aún joven, cuando mi vecina que no cree en nada todavía tiene al suyo? ¡Qué injusticia!

La amargura: “Bueno, ahora, se terminó. Me cierro y me encierro en mí misma y que me dejen tranquila, mi vida ya no tiene sentido.

El odio: “A esta persona que te hizo tanto daño la debes odiar y vengarte a lo grande! ¡Así pagará todo lo que te hizo y se la verá negra!

La culpabilidad: “Si a mí me ocurrió esta desgracia es porque me la merecía! Es un castigo de Dios porque soy malo”.

La lista sería larga… Sobre todo, no debemos escuchar estas sugerencias, aun cuando se impongan con fuerza a nuestra conciencia. Satanás siempre siembra mucha confusión. Si lo escuchamos, sufriremos todavía más y no tendremos paz. ¿Cómo discernir? Comparando estos pensamientos con las palabras de Jesús en el Evangelio. ¿Acaso Jesús te sugeriría: “véngate” u “ódialo”, “échalo todo por la borda”, “termina con tu vida”, “el Padre no te ama”? ¡Por supuesto que no! Tenemos por lo tanto que cortar con todo esto y decirle a Jesús: “¡Desisto de esos pensamientos que no son míos y quiero estar contigo!”

Por el contrario, Jesús se acerca a nuestra herida de forma completamente diversa. En el profundo silencio de nuestro corazón nos susurra: “¡No temas! ¡Estoy contigo! Tu sufrimiento es también el mío. Mira mis manos, mis pies y mi costado abierto… También yo he padecido. Juntos, tú y yo, lo lograremos…” Después Jesús nos pide un favor: “¡Entrégame tu herida! ¡Regálame tu sufrimiento!” Si le ofrecemos nuestros males, Él los recibe con gratitud y ¿qué hace con ellos? ¡Los coloca sobre sus propias heridas y los hace suyos! ¿Y de las heridas de Cristo brotaron acaso la amargura, el odio, la desesperación? ¡No, por cierto! De sus heridas surgieron la sanación, la consolación, la paz, el perdón, todas las gracias como así también los sacramentos. Su sufrimiento es redentor. “Por sus heridas hemos sido sanados”, dice san Pablo. De manera que nuestros sufrimientos, cuando están unidos a los suyos, se vuelven corredentores y nosotros participamos en la obra redentora de Cristo. Sólo hay un Redentor, Cristo Jesús, pero al esconder nuestros padecimientos en las llagas de Cristo, lo ayudamos a extender la gracia de la salvación más lejos todavía. Por el bautismo nos convertimos verdaderamente en cuerpo de Cristo. “Completo en mi carne lo que falta a la pasión de Cristo para su cuerpo que es la Iglesia!, dice san Pablo (Col 1, 24). Nos convertimos en corredentores, así como María es corredentora (Ver PS 2). Y de esta forma nos inunda la alegría, no por amor al sufrimiento en sí (lo que sería una perversidad), sino por amor a Cristo y a los frutos de salvación obtenidos por medio de nuestro ofrecimiento. Es la profunda intimidad del amor a Cristo y nuestra colaboración a su obra lo que le proporcionan la mayor felicidad a nuestra alma. Todos los goces del mundo son como una nada ante semejante gozo. Entonces sí, “¡el Cielo entra en nosotros!”

“Apóstoles de mi amor, ustedes que sufren, sepan que sus dolores se convertirán en luz y en gloria. Hijos míos, mientras soportan el dolor, mientras sufren, el Cielo entra en ustedes, y dan un poco de Cielo y mucha esperanza a quienes tienen alrededor”.

Ahora la verdadera cuestión es: cuando sufro, ¿qué voz elijo escuchar? ¿voy a sufrir con el Enemigo que quiere destruirme o con Jesús que desea salvarme?

4. El 8 de septiembre, para la Natividad de María, Ivan recibió una aparición en la Cruz azul y la Virgen nos invitó nuevamente a orar por las familias, por los jóvenes y por la santidad en las familias “Mis hijos se han alejado. Se han alejado de mi Hijo Jesús. ¡Oren, queridos hijos! Sepan que oro e intercedo por cada uno de ustedes ante mi Hijo…”

5. Este mes, justo antes de la fiesta del Padre Pío, pasaré de la década de los 60 a la de los 70. Por este motivo, agradezco a mi Creador por el don de la vida, y por haberme llamado a consagrarme a Él. El Esposo que me ha dado es toda mi alegría. Le pido poder servirles todavía por largo tiempo, si ésta es su voluntad. ¿Puedo pedirles un regalo de cumpleaños que me haría muy feliz? Pídanle a un sacerdote que celebre una misa para que el plan de María se cumpla. Que el sueño de la Santísima Virgen se transforme en realidad: ¡que Medjugorje vuelva a recuperar el fervor de los primeros días de las apariciones! GRACIAS, de todo corazón.

6. Mi próxima misión en España abarcará las siguientes ciudades:

15/9/17; Sevilla, 19:00 en Ntra. Sra. del Pilar – 16/9/17: Fuengirola,  19:00 en Ntra. Sra. del Carmen –  17/9/17: Cartagena, 18:00 en P. San Antonio Ma. Claret – 18/9/17: Benidorm, 18:30 en Ntra. Sra. del Mar – 19/9/17: Alicante, 19:00 en P. San Juan Bautista – 20/9/17: Valencia, 19:00 en P. San Miguel y San Sebastián – 21/9/17: Barcelona, 18:30 en P. Sta. María de Jesús de Gracia – 22/9/17: Zaragoza, 19:30 en San Juan de los Paneles – 23/9/17: Burgos, 17:30 en Madres Trinitarias – 24/9/17: Vitoria, 19:00 en Iglesia San Antonio (Madres Clarisas) – 25/9/17: Valladolid,  17:00 en Capilla de la Congregación del Centro de Espiritualidad y luego Misa a las 19:30 en la Basílica Nacional de la Gran Promesa.

Se agrega al programa:

26/9/17 – Madrid, 20:00 en San José de la Montaña, calle Fernández de la Hoz n° 16.

Eucaristía, Rosario y Conferencia.

Querida Gospa, gracias por revelarnos parte de tu secreto sobre el sufrimiento. Sí, tus hijos sufren. ¡Ven tú misma a recoger nuestras lágrimas para ofrecerlas a tu Hijo Jesús! Consuélanos y fortalécenos en el combate. Permanece con nosotros que estamos sufriendo. ¡Conviértenos en ángeles de consolación y de paz!

Sor Emmanuel +