Medjugorje, 17 de mayo de 2021

1. El 25 de abril de 2021, la vidente Marija Pavlovic recibió el siguiente mensaje:

“Queridos hijos, hoy los invito a dar testimonio de su fe en los colores de la primavera; que ésta sea una fe de esperanza y valentía. Hijitos, que su fe no vacile ante ninguna situación, ni siquiera en este tiempo de prueba. Vayan valientemente con Cristo Resucitado hacia el Cielo, que es la meta de ustedes. Los acompaño por este camino de santidad y los pongo a todos en mi Corazón Inmaculado. Gracias por haber respondido a mi llamado».

2. Nancy tiene tan sólo 20 años, pero en su corta vida ha pasado por muchas dificultades. A los 12 años se transformó en la típica adolescente rebelde. Cuando sus padres se convirtieron en Medjugorje intentaron transmitirle un mínimo de fe, pero en vano. Hasta que un día…

Dejemos que Nancy nos lo cuente: “Yo pensaba que arreglándomelas sin los sacerdotes sería más auténtica con Dios. Sin embargo, al alejarme de ellos, me alejé del mismo Señor y abandoné los sacramentos.

Al comenzar mi camino con el Señor después de mi conversión a los 14 años, todavía no había tomado conciencia de lo mucho que detestaba a los sacerdotes. Cuando asistía a misa, siempre me colocaba bien atrás en la iglesia. Sólo me confesaba ante una estricta necesidad y soltaba mi lengua cuando tenía la ocasión de denigrar a los curas. Algunas decepciones que me tocaron vivir y el miedo de mirar en mi interior habían desacreditado tanto la figura del sacerdote que no los consideraba como hombres íntegros sino más bien como perdedores, incoherentes, etc.

¿Por qué me persigues? Un día fui a misa en un santuario dedicado a San Antonio de Padua y tengo la seguridad de que el santo intercedió por mí. Una de mis amigas me había pedido que permaneciera a su lado mientras ella leía el salmo desde el ambón, porque estaba muy angustiada por esta tarea que le habían confiado y que se le hacía extremadamente dificultosa. Acepté de inmediato y me encontré con que ahora estaba en primera fila para seguir la misa. Me sentía algo molesta pero intenté no prestar atención a mis sensaciones. Todo anduvo más o menos bien hasta que llegó el momento de la consagración. En aquel preciso instante, el sacerdote que celebraba la misa y al que yo conocía desde hacía tiempo me pareció ser otra persona: su rostro y su casulla se transfiguraron por completo. Me sonrió e interiormente oí que me decía: “¿por qué me persigues?” De inmediato pensé en San Pablo y su caída camino a Damasco. Comencé a llorar, pero eran lágrimas de dolor por haber herido a Jesús a causa de mi odio hacia los sacerdotes. Y, al mismo tiempo, eran lágrimas de alegría porque comprendí que aquella sonrisa me invitaba no sólo a no hablar mal de los sacerdotes sino a cuidar de Jesús presente en ellos.

Esta experiencia me sacudió y me hizo entender que Jesús ama a sus sacerdotes, tal como son, hasta el punto de descender sobre el altar por un simple gesto, por una simple palabra de ellos, aun cuando estuvieran en pecado. Esto me ha enseñado a amarlos también yo, porque sólo el amor puede hacer que sean mejores. El odio, por el contrario, contribuye a que sean peores. Odiar es maldecir y es desear un mal que algunas veces se realiza. Por el contrario, amar es bendecir y atraer sobre ellos cuantiosas gracias de parte de Dios. ¡Y es lo que tanto necesitan los sacerdotes para volverse santos!

Perdoné a los sacerdotes que me habían decepcionado y me perdoné a mí misma por haber rehusado amarlos en el pasado. Perdonándolos, recibí mucho más que lo que había perdido y ellos también. Intentaba ayudar a los pobres y me preocupaba por el Tercer Mundo, pero no era consciente de otra gran pobreza, la de los sacerdotes abandonados, ridiculizados y humillados.

Quisiera transmitir un último mensaje muy importante: sostengámoslos porque su santidad depende también de nosotros; necesitan nuestras oraciones y nuestro amor, el mismo amor que Dios quiere darnos a través de ellos”.

Nota bene: Conozco bien a Nancy y puedo afirmar que a partir de aquel día recibió una gran misión de oración y de intercesión por los sacerdotes. No pierde la ocasión de ayudarlos lo mejor que puede, según los medios que estén a su alcance. Ella considera que esto es un llamado del Cielo para su vida, una verdadera vocación que se empeña en cumplir.

3. Una vacuna segura. Contra los dos virus más terribles que asolan al mundo hoy en día – el miedo y la desesperación – existe una vacuna muy eficaz: la Consagración al Corazón Inmaculado de María. Pero todavía es muy poco conocida, aun cuando haya salvado a tantas vidas. ¡Qué lástima que no se la publicite en los medios! Durante este mes dedicado a la Virgen María, no dejemos pasar la ocasión de ponernos en sus manos de Madre para pertenecerle por completo. Si verdaderamente somos suyos, Ella también será nuestra, verdaderamente, con todos los bienes que le pertenecen y que superan toda imaginación posible. Entre las más bellas oraciones de consagración a María, podemos rezar o volver a rezar la de San Maximiliano Kolbe (Ver PS). Ahora más que nunca, ante la embestida del mal que invade al mundo, ante la oscuridad de las conciencias que falsea tantas decisiones y provoca otras tantas malas elecciones, a pesar de la escuela luminosa de nuestra Madre María durante 40 años, recordemos esta promesa: “Si ustedes son míos, vencerán; porque su refugio será el Corazón de mi Hijo Jesús”. ¡Hoy en día el Cielo está a la búsqueda de vencedores!

4. Un “intermedio” prometedor.  La vidente Mirjana nos ha transmitido esta magnífica imagen: Frecuentemente, en una mudanza, el lugar que dejamos se convierte en un auténtico caos; no sabemos por dónde caminar, nos preguntamos qué hemos guardado en tal o cual caja, los muebles están fuera de lugar…  Podríamos desanimarnos ante el desorden reinante. Pero cuando la mudanza termina, todo es armoniosamente colocado en su lugar y todo está limpio, el lugar resulta acogedor. Entonces nos sentimos a gusto en nuestra nueva morada. 

Mirjana (que ha recibido sus 10 secretos sobre el provenir del mundo), explica que estamos en la fase del mayor desorden, pero que esto no va a durar. La Santísima Virgen también habla de las generaciones futuras. Me preguntaba por qué, en los mensajes más antiguos, Ella nos hablaba en futuro: “Los ayudaré, los consolaré, los protegeré, les mostraré el camino, no los abandonaré,” etc. ¡Ahora comprendo! Ella veía por adelantado las pruebas que vivimos hoy en día y nos preparaba para que tuviéramos la paz divina en medio de los sufrimientos e incertidumbres. Nos encontramos ante un momento crucial de la historia de la humanidad.

Es por ello que en lugar de perder tiempo haciendo listas interminables de males y desgracias, elevemos nuestra mirada para encontrar los ojos de la Virgen María y de su Hijo. ¡Este intercambio de miradas provocará una efusión del Espíritu Santo! ¡Un soplo de Pentecostés! ¿Quién nos traerá la salvación? Ciertamente no será el hombre que no puede salvarse a sí mismo. Sabemos y creemos que este tiempo intermedio tan difícil de nuestra historia dará lugar al Triunfo del Corazón Inmaculado de María y al de su Hijo. ¡Pero una gran parte de lo que ocurrirá depende de nosotros, de la manera en que respondamos a las reiteradas invitaciones de nuestra Madre!

En Getsemaní, Jesús dijo a los que habían venido a arrestarlo: “Esta es su hora y la del reino de las tinieblas”. Esto es lo que sucede hoy en día: han arrestado a Jesús y quieren deshacerse de Él. También dijo a sus apóstoles esta palabra de la Biblia: “Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas del rebaño” (Mt 26, 31). ¿Qué nos queda por hacer? Caminemos humilde y fielmente junto a María, a la luz del Evangelio, repitiéndonos las enseñanzas de Jesús, especialmente su magnífico mandamiento del amor, estando dispuestos a dar testimonio de Él hasta el derramamiento de sangre, de ser necesario… Estos testigos, este “pequeño resto” que la Gospa denomina “apóstoles de mi amor”, nos conducirán hacia el Tiempo Nuevo, ese tiempo de paz, profetizado en los mensajes, que su Corazón aguarda con impaciencia.

No temamos las leyes de los hombres, por duras que sean; caducarán como ropa vieja que se deshecha… ¿Quién ha recibido las promesas de Vida Eterna de boca misma de Jesús? La Iglesia y ninguna otra institución. ¿Es una barca zamarreada por las olas y que hace agua? Sí, ¡pero Jesús está en ella! ¡Bajarse de ella sería abandonar a nuestro Salvador!

5. Un medio seguro para atraer al Espíritu Santo a nuestro mundo tan herido por el miedo. Este video hará crecer nuestra adhesión a la Santísima Virgen y, por medio de Ella, al Espíritu de Paz que tanto anhelamos. ¡Urge! Para dar un renovado aliento a tantos cristianos desanimados ante las pruebas, difundámoslo cuanto antes. 

Link para visualizar el video: https://youtu.be/kuldltan2qA

Querida Gospa, contigo y con todos los “apóstoles de tu amor”, le suplicamos al Espíritu Santo que se derrame con poder. Él es más deseado en este Pentecostés 2021 y su presencia, vital como nunca antes.

Sor Emmanuel +

(Comunidad de las Bienaventuranzas)