Medjugorje, 19 de junio de 2021

El 25 de mayo de 2021, la vidente Marija Pavlovic recibió el siguiente mensaje:

“Queridos hijos, Los miro y los invito: regresen a Dios porque Él es amor y por amor me ha enviado con el fin de guiarlos en el camino de la conversión. Dejen el pecado y el mal, decídanse por la santidad, y la alegría reinará; y ustedes serán mis manos extendidas en este mundo extraviado. Deseo que sean oración y esperanza para aquellos que no han conocido al Dios del amor. Gracias por haber respondido a mi llamado».

A pocos días del 40º aniversario de las apariciones, nuestros corazones desbordan de agradecimiento hacia la Virgen María que, durante todos estos años, no dejó de bendecirnos, de animarnos, de consolarnos, de enseñarnos, de estimularnos… ¡Imaginen el mundo si Medjugorje no hubiera existido! Virgen María, ¿cómo podremos pagarte todo el bien que nos has hecho?

2. Con ocasión de este Aniversario, me han preguntado cómo percibo yo estas venidas de María. Les comparto aquí un pequeño testimonio personal. Después de una primera peregrinación en junio de 1984, fui a vivir a Medjugorje en diciembre de 1989, respondiendo a un muy fuerte llamado confirmado por mis superiores. Con una hermana de mi Comunidad, llegamos aquí con un frío siberiano, sin dinero, sin casa, y sin saber lo que el Cielo nos depararía. Nuestra única riqueza era la alegría de haber sido invitadas por María a vivir con Ella, en este lugar de grandes bendiciones donde Ella es la Reina.

La experiencia más fuerte para mí ha sido su extraordinaria acogida maternal. Efectivamente, durante los dos primeros años, tenía el sentimiento de ser “remodelada” en el seno de la Madre de Dios. ¡Experiencia interior indescriptible! Como un niño acurrucado en el seno de su madre, absorbía con avidez todo lo que Ella me comunicaba sobre sí misma y sentía que ese intercambio era vital para mí. No me imaginaba tener que interrumpirlo, ni concebía entonces la idea de alejarme de Medjugorje, menos aún que solicitaran mi presencia en otros países, porque lo hubiera considerado como un nacimiento antes de término. Una santa persona que recibía luces de Dios y cuya vida de caridad era ejemplar, me dijo en cierta ocasión: “Sor Emmanuel, verás que un día tomarás tu bastón de peregrina y partirás en misión. Llevarás los mensajes de María al mundo entero”. Confieso que aquel momento la traté de falso profeta y exclamé: “¡de ninguna manera, estás diciendo tonterías!”

¡Sin embargo ella estaba en lo cierto! En efecto, después de la guerra de los Balcanes en 1992, comenzaron mis misiones en el extranjero. Creo que la Santísima Virgen había terminado la primera parte de su trabajo porque había depositado Medjugorje en mi corazón, por lo que yo ya no tenía necesidad de estar físicamente presente en la aldea. Vivía mis partidas y mis regresos con serenidad, suplicando al Cielo que me acompañara para poder dar a las personas que me esperaban lo mejor de los mensajes. Podría decir que un día “provoqué” a la vidente Mirjana preguntándole: “Pero todos estos mensajes, ¿son sólo para los habitantes de la aldea y para quienes vienen en peregrinación?” Ella me respondió con lágrimas en los ojos: “¡No! ¡La Gospa desea que sus mensajes lleguen a todos sus hijos, en todos los países del mundo!”

Éste es el ardiente deseo de nuestra Madre. ¡Sin embargo estamos todavía muy lejos de alcanzar sus aspiraciones! Vicka me dijo que la Gospa esperaba una respuesta mucho mayor de parte nuestra. Es por ello que, en este Aniversario, podemos consolar profundamente a la Virgen tomando en serio sus mensajes y dando testimonio de ellos. Primero debemos vivirlos y luego compartirlos a corazones abiertos con nuestras palabras cuando se presente la ocasión. “Si no tienen miedo y dan testimonio con valentía, la verdad triunfará milagrosamente”. (2 de junio de 2015).

¡Un nuevo Belén! He notado en muchos peregrinos que María alcanza las profundidades de sus corazones y los nutre con su “leche materna”. Ellos perciben a Medjugorje como el lugar de su nacimiento, lugar donde han podido renacer a la vida; un encuentro vital que ha transformado sus existencias. El padre Daniel-Ange decía al respecto: “Medjugorje es el Belén del 3er milenio”. Sí, es allí donde nacemos, donde nos dejamos dar a luz por la Madre de Dios. Mi madre natural (¡que Dios la bendiga!) me trajo al mundo para la vida terrenal que algún día llegará a su fin. Pero la Madre de Dios me da a luz para la vida en el Espíritu, la vida del Cielo que comienza en la Tierra, que se expandirá en la eternidad y que no tendrá fin. San Bernardo de Claraval decía que “mientras estamos en la Tierra, todavía no hemos nacido. Nacemos cuando entramos al Cielo. Entre tanto, somos llevados en el seno de la Madre de Dios”.

¡Qué hermoso es poder entregarnos enteramente a María desde ahora, a través de nuestra Consagración a su Corazón Inmaculado! Porque si verdaderamente le pertenecemos, ella también nos pertenece cabalmente, ¡con todas sus riquezas, todas sus bellezas! Santa Teresita del Niño Jesús lo había comprendido perfectamente y decía: “El tesoro de la Madre le pertenece al hijo”.

3. Una auténtica mamá. Hoy en día si la maternidad está desprestigiada de 1000 maneras, el tierno amor de María es para nosotros un bálsamo extraordinario y un aliciente para seguir avanzando. En el curso de estos 40 años, las palabras llenas de ternura que nos ha expresado son incontables. Nos elevan más allá de las depravaciones cotidianas que nos hieren. Intentemos leer estos pocos mensajes muy lentamente y con el corazón: (PS 2)

“Queridos hijos, los amo a cada uno, así como amo a mi Hijo Jesús”.
“Los amo con tierno amor”.
“Si supieran cuánto los amo, ¡llorarían de alegría!”
“Quiero estrecharlos en mis brazos… pero ustedes no se dejan”.
“Así como llevé a mi Hijo Jesús en mi seno, también quiero llevar a cada uno de ustedes por el camino de la santidad”.
“Yo soy su Madre y los amo mucho. En cada situación difícil, no tengan miedo porque los amo aun cuando ustedes están lejos de mí y de mi Hijo. Les ruego que no permitan que llore con lágrimas de sangre a causa de las almas que se pierden en el pecado” (marzo 84).
“Mi amor por ustedes no tiene límites”.
“Entréguenme sus sentimientos y sus problemas; deseo consolarlos en sus pruebas. Quiero colmarlos de paz, de alegría y de amor divino”.
“Hijos míos, mi alegría será grande cuando vea que ustedes aceptan mis palabras y que desean seguirme. ¡No tengan miedo, no están solos! Denme la mano y yo los guiaré”. (2 de abril de 2021).
“Yo, como madre, deseo salvarlos de la falta de paz, de la desesperación y del exilio eterno”. (2 de mayo de 2012).
“Queridos hijos, mientras mis ojos los miran, mi alma busca almas que desean ser Una conmigo, almas que hayan comprendido la importancia de la oración por aquellos hijos míos que no han conocido el amor del Padre Celestial. Los llamo porque los necesito. Acepten la misión y no teman: los fortaleceré y los llenaré de mis gracias. Con mi amor los protegeré del espíritu del mal. Estaré con ustedes. Con mi presencia los consolaré en los momentos difíciles…” (2 de sept 2012).

4. ¡Una palabra de sanación interior! Este Aniversario nos encuentra en una situación mundial muy preocupante, por lo que deseo apoyarme en este mensaje frecuentemente repetido por la Gospa, “¡No tengan miedo!” Palabra repetida 365 veces en la Biblia, palabra creadora del Creador que podemos recibir como una palabra de sanación interior. Reflejando el pensamiento de Vicka, Mario, su marido, dijo a propósito del virus: “Nos quieren llenar de miedos, ¡pero no debemos permitírselo!” En este mes dedicado a su Sagrado Corazón, Jesús quiere rodearnos con su amor y consolación. El fundamento de nuestra paz, nos dice María, es la oración. “Quien ora no le teme al futuro” “Si ustedes son míos vencerán, ¡porque su refugio será el Corazón de mi Hijo Jesús!”

Al principio de las apariciones, la Santísima Virgen expresó su programa:
“He venido para acercar la humanidad al Corazón de Dios”.

Y declaró:

“La humanidad se aleja cada vez más del Corazón de Dios”. Ella nunca nos ha abandonado, ¡no la abandonemos! ¡Que este 40º Aniversario nos encuentre preparados para realizar su sueño! ¡Que todos sus hijos puedan conocer al Dios de amor para sanar “este mundo extraviado”!

Querida Gospa, al igual que tú, confiamos plenamente en el plan de amor de Dios para nosotros, aun en la prueba ¡y sobre todo en la prueba! Hacemos oídos sordos a las ruidosas sugerencias del Maligno y permanecemos unidos a tu Corazón. Pero tú, que conoces nuestra debilidad, ¡cuida de nosotros como la pupila de tus ojos!

Sor Emmanuel +

Cdad de las Bienaventuranzas

(traducido del francés)