Medjugorje, 16 de diciembre de 2021

1. El 25 de noviembre de 2021, la vidente Marija recibió el siguiente mensaje:

“Queridos hijos, estoy con ustedes en este tiempo de misericordia y los invito a todos a ser portadores de paz y de amor en este mundo en el que Dios, hijitos, a través de mí, los invita a ser oración y amor, y expresión del paraíso aquí en la Tierra. Hijitos, que sus corazones se llenen de gozo y de fe en Dios, para que tengan plena confianza en su santa voluntad. Por eso estoy con ustedes, porque Él, el Altísimo, me envía entre ustedes para alentarlos a la esperanza; y ustedes serán constructores de paz en este mundo sin paz. Gracias por haber respondido a mi llamado”.

2. El padre Jozo ha concentrado en 5 puntos (llamados “las 5 piedritas de Medjugorje”) las principales recomendaciones de la Virgen para ser verdaderamente “Apóstoles de su amor”. Y me permito agregar una sexta piedrita, tan crucial en estos tiempos: la del sentido cristiano del sufrimiento, que la Sma. Virgen explicitó especialmente a Vicka. Cuando el sufrimiento llama a nuestra puerta, María siempre nos ayuda a sufrir con Jesús, no sin Él. La diferencia es diametral, tan enorme como la que separa el día de la noche o la esperanza de la desesperación.

Recientemente, una joven mamá colombiana vino a Medjugorje con su hijita de 3 años para confiársela a la Virgen. La niña padece una discapacidad muy severa: no ve, no oye, no camina y sólo se nutre por medio de una sonda. Sin embargo, María José, su mamá, irradiaba luz, fruto de mucha oración. Y la impronta de Dios, un Dios de alegría que se dona al alma humana de manera especial en medio de las pruebas se reflejaba notablemente en su rostro.

María José logró asistir al Centro Magnificat y presenciar una aparición de la Virgen a la vidente Marija. Apenas llegó, tuvo la oportunidad de encontrarse con ella y cuando Marija se acercó a la niña, la miró detenidamente. Una inmensa ternura la embargaba y murmuró las siguientes palabras:

“¡La Madonna y ella son una!”

¡Esta reacción espontánea de la vidente es magnífica! ¡Indica el valor de la vida cuando el sufrimiento es ofrecido! En los momentos difíciles, el recuerdo de estas palabras de luz permanecerá imborrable en la memoria de María José.

3. “¿Qué debemos hacer?” En la actualidad muchas personas se lo preguntan, especialmente en el caso de familias con hijos. Algunos se encuentran en un callejón aparentemente sin salida. Sin embargo, podemos extraer mucha esperanza de los mensajes de María. Ella no deja de conducirnos por el camino de la confianza. A partir del momento en que nos dejamos conducir por su mano maternal, nos acompaña paso a paso para conducirnos a la alegría de la victoria, ante todo sobre nosotros mismos, luego sobre el mal y sobre el mundo. Sólo nos repite el Evangelio que nos asegura la victoria de Cristo. ¡Sus mensajes son tan alentadores!

“Queridos hijos: Hoy les pido: oren, oren, oren. En la oración experimentarán la mayor alegría. Por medio de la oración encontrarán salida a las situaciones imposibles…”  (28-3-85)

“Queridos hijos: Hoy los invito a que se abandonen totalmente a Dios… Hijitos, no tengan miedo porque yo estoy con ustedes, aun cuando piensen que no hay salida y que Satanás reina. Les traigo la paz. Soy su Madre y la Reina de la Paz. Los bendigo con mi bendición de la alegría para que Dios lo sea todo en su vida” (25-7-88)

“… El pecado reinará; pero, si son míos vencerán, porque su refugio será el Corazón de mi Hijo Jesús” (25-7-2019)

4. Estamos en la novena que precede a la Navidad. Aquí, en Medjugorje, tenemos hermosas iniciativas de oración. Por ejemplo: en la misa tradicional de las 6 de la mañana, cada día de Adviento la iglesia se llena totalmente, especialmente de jóvenes; en la Colina de las Apariciones se rezan innumerables rosarios…

Deseo compartirles un acontecimiento significativo que tuvo lugar durante la guerra en diciembre de 1991, porque veo en él una analogía con la prueba que el mundo está atravesando hoy en día.

Cada 16 de diciembre la Virgen daba al grupo de oración local y a los peregrinos un mensaje especial para que vivieran mejor la novena que precede a la Navidad. Aquel año de 1991, a causa de los horrores de la guerra, esperábamos un mensaje dramático… ¿Qué Navidad nos anunciaría Ella? ¡Pero sucedió todo lo contrario! Estas fueron sus palabras: “Queridos hijos: que esta Navidad sea para ustedes la más alegre de todas las Navidades. ¡Que en sus familias haya tanta alegría como la que reinaba en la gruta cuando mi Hijo nació!”

En un primer momento permanecíamos perplejos, pero todo se aclaró rápidamente. En efecto, ante situaciones adversas, detenerse sobre el mal no ayuda en absoluto sino por el contrario aumenta el malestar, acrecienta el odio e incluso empeora las heridas. Además, Satanás se pavonea cuando se habla de sus obras. Aquel día, la Virgen nos hizo comprender que para vencer al mal, debemos imitarla a Ella y a los santos: elevar la mirada hacia Dios en la oración, porque sólo de Él nos viene el auxilio, ocupándonos al mismo tiempo de las necesidades prácticas. Actuando de esta manera permitimos que su luz descienda y se derrame, no sólo sobre nosotros, sino más allá. El mal nos aplasta, pero la contemplación del Bien nos transforma, y en el seno mismo de situaciones difíciles podemos “ser amor y figura del Paraíso aquí en la Tierra” como nos dice la Virgen María en su último mensaje. Orar y hablar de las obras de Dios derrite al mal sin tocarlo.

Hacía mucho frío en la gruta y la Sagrada Familia carecía del mínimo vital. El Hijo de Dios y Creador del universo debió ser acostado en un pesebre de animales. Experimentaron el sufrimiento, pero para José y María la alegría de la llegada de Jesús lo trascendió. La potencia del amor y de la oración de ellos le cerró las puertas a Satanás quien jamás pudo penetrar en su hogar.

Que esta Navidad 2021, tan cargada de incertidumbres, sea la ocasión para cada uno de nosotros de dejar de lado nuestras pantallas, de elevar los ojos al Cielo y de adorar en nuestro corazón a Aquel que es nuestra salvación. Y que cada uno pueda reflejar la Luz del Cielo que deseamos tanto y vencer esta oscuridad de conciencias, mal moderno que provoca la muerte interior.

La tarde del 25 de diciembre, durante la aparición (a las 17:40), la Virgen María vendrá envuelta en su atuendo de oro trayendo al Niño Jesús entre sus brazos para dárnoslo. Nos bendecirá con su bendición maternal y se alegrará por todos los corazones que se le habrán abierto, por todos los corazones que recibirán el don precioso de su Hijo para estrecharlo tiernamente con amor.

5. ¿San José nos dejó el 8 de diciembre, al finalizar el año que le estuvo dedicado? En reiteradas oportunidades he escuchado: “¡Qué pena que el año de San José haya terminado!”. Pero esto indica el poco conocimiento que se tiene de este gran santo que es San José. Podemos comparar los 12 meses del año de San José a un tiempo de descubrimiento, un tiempo de intensa inmersión en su persona, sus cualidades y sus bondades. Muchas personas han experimentado verdaderos pequeños milagros, yo misma en primera fila. Pero deseo resaltar que una de sus virtudes, que él seguramente desea compartir con nosotros, es una virtud indispensable para emprender el camino de la santidad. Se trata de su constante atención para estar perfectamente a la escucha de Dios. San José es el mejor modelo del “¡Shema Israel! ¡Escucha Israel!”, oración que Jesús recitaba al menos 3 veces por día. Admiro en San José su corazón silencioso.

Este silencio no indica vacío, sino por el contrario plenitud. Por humildad, consciente de la inmensa responsabilidad que el Padre le había confiado como jefe de la Sagrada Familia, estaba siempre a la escucha para no dejar que se le escapara una sola palabra proveniente de Dios. Un silencio meditativo de las Sagradas Escrituras y del mismo Espíritu Santo. Así custodiaba en su corazón los secretos de Dios y no los dejaba desvanecerse entre palabras inútiles. En síntesis, todo su corazón estaba lleno de Dios.

José tenía un corazón obediente. Y para poder obedecer con precisión, hay que saber escuchar.

“Levántate, toma al Niño y a su Madre y parte para Egipto…” El plan de Satanás fomentado por Herodes contra Jesús se cae gracias a la obediencia de José.

¿No podríamos también nosotros guardar silencio para escuchar el murmullo de Dios en nuestro corazón, someternos a Él con toda confianza y así desbaratar los planes de Satanás para nuestro mundo?

Querida Gospa, como tú y contigo, con José tu esposo, en compañía de los ángeles que nunca nos abandonan, nos encaminamos hacia Belén. Te lo rogamos, suscítanos los sentimientos que inflaman toda tu persona a la espera de ver a través de tus ojos a Aquel que tu corazón ama. ¡Enséñanos a adorarlo!

Sor Emmanuel +

(Comunidad de las Bienaventuranzas)