Medjugorje, 16 de agosto de 2022

1. El 25 de julio de 2022, la vidente Marija recibió el siguiente mensaje:

«Queridos hijos: Estoy con ustedes para guiarlos por el camino de la conversión porque, hijitos, con sus vidas pueden acercar muchas almas a mi Hijo. Sean testigos gozosos de la Palabra y del amor de Dios, con la esperanza en el corazón que vence todo mal. Perdonen a los que les hacen el mal y caminen por la senda de la santidad. Los conduzco a mi Hijo para que Él sea para ustedes Camino, Verdad y Vida. Gracias por haber respondido a mi llamado».

2. ¡Un “desbordamiento” que no podemos perder! Gracias a la gran mística alemana, Teresa Neumann (1898-1962), una campesina estigmatizada tan simpática y tan “normal”, llegamos a captar mejor lo que se nos ofrece a través de la bendición de Dios, particularmente la que dan los sacerdotes.

Se trata nada menos que de un “desbordamiento” de santidad divina que se nos comunica. Jesús mismo le ha hablado a Teresa sobre el tema, afirmándole que si el alma se abre a Él, su bendición puede hacerle alcanzar la santidad. Ser santo, vivir eternamente en Dios en un grado de unión extraordinario, ¿no es acaso el gran deseo de la Santísima Virgen para nosotros, sus hijos, y el propósito de sus venidas desde hace tantos años?

En Medjugorje, María nos ha exhortado a que abramos bien grande nuestro corazón en el momento de la bendición, porque -nos dijo-, “cuando el sacerdote los bendice, es Jesús mismo quien bendice”. Y agregó: “Si los sacerdotes supieran qué dan cuando bendicen, bendecirían día y noche”.

Cierto día, un sacerdote inglés vino de visita a nuestra casa y le pedimos su bendición. Acto seguido, le cité este mensaje de la Virgen. Estaba tan emocionado que sus ojos se llenaron de lágrimas. ¡De alegría, evidentemente! Me dijo que de allí en más viviría su sacerdocio de otra manera. Hasta ese momento no había totalmente comprendido el inmenso regalo que sus manos sacerdotales habían recibido a través del Sacramento del Orden.

Las revelaciones dadas por Jesús a Teresa Neumann nos maravillan y la riqueza de sus promesas nos embelesan. Nos invitan igualmente a reflexionar sobre la manera en que recibimos la bendición del sacerdote al final de la Misa o en otras ocasiones. ¡Cuántas veces la hemos recibido sin prestarle la debida atención, tal vez con cierta ligereza!

He aquí algunas palabras de Jesús que pueden sanarnos de la distracción: “La bendición es rocío celestial para el alma, mediante la cual todo lo que se hace puede fructificar. Por el poder de la bendición, le he dado al sacerdote la potestad de abrir el tesoro de mi Corazón y de derramar una lluvia de gracias sobre las almas. Cuando el sacerdote bendice, Yo bendigo. Y un torrente ininterrumpido de gracias se derrama desde mi Corazón hacia el alma, hasta que ésta quede completamente colmada”.

“¡Ten tu corazón abierto para no perder el beneficio de la bendición! Por medio de mi bendición recibes la gracia del amor, se te otorga auxilio para tu alma y tu cuerpo. Mi santa bendición contiene toda la ayuda que la humanidad necesita. Gracias a ella te son dados la fuerza y el deseo de buscar el bien, de huir del mal y de gozar de la protección de mis hijos contra el poder de las tinieblas. Una bendición constituye un gran privilegio. No alcanzas a comprender cuánta misericordia obtienes por medio de ella”.

“No recibas nunca la bendición de manera indiferente o distraída, sino prestando toda tu atención. Eres pobre antes de recibir la bendición, y rica después de haberla recibido. Mis bendiciones producen muy frecuentemente efectos desconocidos en el alma. Ten una gran confianza en ese desbordamiento de mi Sagrado Corazón y reflexiona seriamente acerca de este gran favor. Recibe sinceramente la santa bendición, porque ¡sólo en un corazón humilde penetran sus gracias! Recíbela con buena voluntad y con la intención de mejorar, entonces penetrará en las profundidades de tu corazón y producirá sus efectos. ¡Sé una hija de bendición, y tú misma te convertirás en bendición para los demás!”

3. ¡Deberían comprenderlo! El padre Streitfelner nos relata su experiencia con Teresa Neumann cuando fue a visitarla en Waldsassen, después de la segunda guerra mundial.

Resl (la llamaban así) le pidió que la bendijera. En el momento en que el padre la bendecía, ella dirigió su mirada alrededor y detrás del sacerdote. Una vez la bendición terminada, el sacerdote le preguntó qué estaba mirando: “¿Por qué no miras hacia al frente cuando se te bendice?” Y ella respondió: “Reverendo, ¿sabe usted que cada vez que un sacerdote bendice veo al Salvador detrás de él? Veo que levanta Su mano y bendice. ¡Y que yo prefiera ver al Salvador antes que a usted es comprensible, ¿no Reverendo?”

(Como muchos místicos, Teresa Neumann se expresaba francamente y con un sólido sentido del humor)

El seminarista que acompañaba al padre Streitfelner en su visita hizo el siguiente comentario: “Qué hermoso es ser sacerdote y poder dar la bendición! ¡Con Jesús, en Jesús y por Jesús! ¡Cuando sea sacerdote no perderé ocasión de bendecir!

Un día, Teresa Neuman le dijo a su director espiritual, el padre Josef Naber: “Padre, usted se acostó muy tarde anoche”. Él le preguntó cómo lo sabía y ella le contestó: “¡Sentí su bendición!”

4. ¡Un mensaje que conmueve! El 2 de mayo de 2009, la Virgen nos dijo: “… están permitiendo que el pecado los venza más y más; le están permitiendo que los domine y les quite su poder de discernimiento. Pobres hijos míos, ¡miren a su alrededor y vean los signos de los tiempos! ¿Piensan acaso que pueden realizar algo sin la bendición de Dios? No permitan que las tinieblas los envuelvan. Desde lo profundo de sus corazones clamen a mi Hijo. Su Nombre disipa hasta las mayores tinieblas…”

Cuando se aparece a los videntes (tres de ellos aún la ven diariamente), María les da su bendición, como una madre la da a sus hijos. Vicka me ha dicho que este favor no está solamente reservado a ellos en su calidad de videntes. En efecto, dice, todos aquellos que se recogen en el momento de la aparición de la Virgen para acogerla en su corazón, reciben las mismas gracias que los videntes, allí donde estén.

La Virgen María precisa: “La bendición del sacerdote es mayor que la mía, porque el sacerdote ha recibido la unción en sus manos” (La del Orden Sagrado) La bendición de la Santísima Virgen es muy importante y complementa la de su Hijo sin sustituirla. Justo antes de su Pasión, Jesús fue a visitar a su Madre para decirle lo que debía padecer y le pidió que lo bendijera, como una madre bendice a su hijo. Después, Ella misma le pidió que la bendijera. ¿Cómo no imaginar lo sucedido entre ellos? ¡Qué sublime intercambio! Jesús no quiso entregarse en manos de los pecadores sin antes haber recibido la bendición de su Madre.

El don de la bendición y su poder se remontan a los orígenes de la Revelación. Habría 1000 ejemplos para compartir, ¡pero necesitaríamos para ello un libro entero! Mucho antes que Abraham, desde el Génesis, Dios bendijo su creación, al hombre y a la mujer en particular (PS 1). El último gesto de Jesús en el monte de la Ascensión fue el de bendecir a sus apóstoles y esta bendición se perpetúa para todas las generaciones. El término hebreo para bendición en la Biblia Berakhah es muy rico en significado. La palabra latina, que es más tardía, empobreció ese sentido porque no se trata de “decir bien” sino de recibir los tesoros del Corazón de Dios en una verdadera comunicación divina. Esta comunicación es dada directamente al alma, sin pasar por la inteligencia; por lo que es normal que no la sintamos, salvo casos excepcionales.

¡Gracias Moisés! Deseo terminar esta página con la magnífica Bendición que Dios da a Moisés para bendecir a su pueblo (Núm 6, 25-27). ¡Ella nos llega directamente de la misma boca de Dios! Muchos sacerdotes la utilizan al final de la Misa y San Francisco de Asís la daba frecuentemente:

“El Señor dijo a Moisés… Así bendecirán a los israelitas. Ustedes dirán: ‘!Que el Señor te bendiga y te proteja. Que el Señor haga brillar su rostro sobre ti y te muestre su gracia. Que el Señor te descubra su rostro y te conceda la paz!’ Que ellos invoquen mi Nombre sobre los israelitas y yo los bendeciré”.

5. El Festival de Jóvenes, con el lema: “Sean mis discípulos y encontrarán la paz” (Mt 11, 28-30) ha congregado a una inmensa multitud compuesta mayoritariamente por jóvenes polacos y de otros países del Este) (Ver PS 2)

Pueden encontrar hermosos testimonios en este enlace: https://www.youtube.com/results?search_query=media+mir+medjugorje+espa%C3%B1ol

6. El mes de agosto está dedicado al Corazón Inmaculado de María. Ofrezcámosle sus bellas letanías que hacen huir al Enemigo y traen la verdadera paz que tanto deseamos a nuestros corazones. https://www.youtube.com/watch?v=noHvMU3ExIY

Querida Gospa, qué alegría para nosotros, tus hijos, saber que estás en el Cielo con tu cuerpo ya glorificado. ¡Qué privilegio! De esta manera nos muestras proféticamente lo que seremos cuando nuestros cuerpos mortales sean glorificados. ¡“Creo en la resurrección de la carne”!

Sor Emmanuel +

Cdad de las Bienaventuranzas

(traducido del francés)